
06 Abr Unos consejos antes de darte el primer baño en tu piscina.
Para que la diversión no se transforme en disgusto, es necesario un mantenimiento de la piscina.
- Limpiar las paredes y el fondo del vaso.
- Lavar el sistema de filtrado en profundidad y los skimmers (el sistema de filtración son varios dispositivos que se encargan de clarificar el agua y filtrarla reteniendo esas partículas que no queremos que estén y devolviendo un agua totalmente limpia)
- Rellenar la piscina.
- Regular el valor del pH del agua de la piscina.
- Aplicar el tratamiento para el agua, sea de cloro o sal.
- Mantenimiento del agua transparente y sin algas.
CUIDADO CON LAS BACTERIAS QUE NO LAS VEMOS
A nuestras piscinas llegan virus y bacterias en las mucosas, la saliva y la piel de los bañistas. Entre los gérmenes piscinícolas más habituales se encuentran los adenovirus, que pueden causar conjuntivitis y faringitis; el Giardia intestinalis, parásito responsable de náuseas, calambres y diarrea; y la bacteria Escherichia coli, que provoca diarreas y colitis. En la mayoría de los casos se eliminan con cloro o bromo y manteniendo el pH adecuado.
Cuando el agua es caliente, como sucede en las piscinas climatizadas y los spas, existe el riesgo de que proliferen distintos tipos de bacterias: las del género Legionella, desencadenantes de la enfermedad del legionario; Pseudomonas aeruginosa, que produce otitis; las del género Mycobacterium, causante de neumonía; Staphylococcus aureus, que genera infecciones de piel, orina y oído; y Tinea pedis, culpable del pie de atleta.
Evitar la condensación del agua, tratar las tuberías y mantener el nivel adecuado de desinfectantes es el mejor modo de deshacerse de estos gérmenes y mantener una piscina casi estéril.
Para tu tranquilidad y la de tu familia en Biolab Siete Mares analizamos el agua de tu piscina dándote en 24 horas los resultados.
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