19 Abr Planificación eficaz de la gestión del tiempo

Sin lugar a dudas, el objetivo real para realizar una correcta gestión de nuestro valioso tiempo es saber a dónde vamos, dónde queremos llegar y, sobre todo, no obsesionarse con el reloj.

Muchos estudios psicológicos afirman que los individuos podemos alcanzar la felicidad con el logro de los objetivos personales que nos marcamos, objetivos que llegamos a alcanzar mediante la realización de determinadas tareas que nos suponen un determinado uso de nuestro tiempo de libre elección.

A continuación, os indicamos los pasos a seguir para lograr el éxito en la consecución de nuestros objetivos:

  • Claridad de nuestros objetivos
  • Definir planes para alcanzarlos
  • Concentrarnos en la consecución de los mismos

Pero, ¿cómo deben ser los objetivos que nos marcamos?

Siempre recomendamos que los objetivos que nos marquemos en nuestro día a día cumplan con las siguientes características:

  • Concretos:  Evitar plantearlos de manera genérica
  • Pocos y muy importantes: se ha demostrado que es más factible el logro de pocos objetivos que el planteamiento de muchos. 
  • Cuantificables: utilizar objetivos que se puedan medir, de esta manera, se facilitará el seguimiento.
  • Temporales: siempre debemos establecer un plazo de consecución.
  • Con cierto grado de dificultad: Esto aumentará nuestra motivación en cuanto a nuestro desarrollo personal.
  • Estar escritos: Deben quedar plasmados en un documento de fácil acceso y con periodos de seguimiento.

Definidos los objetivos, el siguiente paso sería la programación del tiempo para poder llegar con éxito asegurado a nuestros objetivos planteados.

La planificación que desarrollaremos supone establecer previsiones porque somos nosotros, las personas, quienes debemos dirigir nuestro trabajo y no dejarnos arrastras por él.

La programación de nuestras tareas habituales deberíamos interiorizarlo como una actividad diaria y habitual, la cual nos hará de trampolín para obtener los mejores resultados y siempre debemos prepararla antes de comenzar con nuestra jornada laboral dedicando unos minutos a conciencia para programar el día.

Para ayudarte en este proceso, te indicamos unas pautas a tener en cuenta en nuestra programación:

  • Céntrate en tus tareas esenciales
  • Agrupa las tareas relacionadas entre sí
  • Ten presente tus horas de mayor eficacia y concentración
  • Asigna a cada tarea un tiempo suficiente
  • Reserva tiempo para los imprevistos (los conocidos ladrones de nuestro tiempo)
  • Evita modificar tu planificación
  • Ten tu programación siempre en un lugar visible y marca siempre las tareas finalizadas.
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